
Desde CERAI mostramos nuestra satisfacción ante la adopción de la Declaración de los derechos del campesinado y de otras personas que trabajan en el mundo rural por parte del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas el pasado 28 de septiembre, aunque lamentamos la abstención de España en la votación.
En los días previos a la votación, desde CERAI nos adherimos a la iniciativa de varias organizaciones e instituciones sociales y vinculadas con el medio rural en España para solicitar al Ministerio de Asuntos Exteriores que el Gobierno español votara a favor de la Declaración. Esta petición se unía a la ola de iniciativas a nivel internacional de destacadas instituciones y personalidades que pedían a los distintos gobiernos un apoyo sin fisuras a esta histórica declaración.
Tal y como expresa Olivier De Schutter, ex relator especial de la ONU sobre el Derecho a la Alimentación (2008-2014), en esta carta publicada en El País y enviada a todos los gobiernos que debían votar la Declaración, «hablamos de un documento sin precedentes que reconoce el papel de la agricultura familiar en los desafíos globales del desarrollo sostenible, desde la eliminación del hambre hasta la conservación de la biodiversidad».
«No se trata de defender los intereses corporativos de una profesión. Se trata de defender un determinado modelo agrícola, cuya desaparición programada no aceptamos. Es la agricultura campesina la que contribuye al mantenimiento de la biodiversidad agrícola en nuestros campos y mantiene la salud del suelo… Es la agricultura campesina la que más contribuye al desarrollo de las áreas rurales y a combatir su despoblación. Apoyarla, se traduce en obtener una fuente de empleo aún sin explotar. Y lo que es cierto en los países europeos, es cierto, y aún más, en los países en vías de desarrollo…No son sólo palabras: se requiere acción. El momento ha llegado«.
Según La Vía Campesina, la Declaración reconoce los siguientes derechos y necesidades del Campesinado:
- El derecho a la producción agrícola en pequeña escala.
- El derecho al acceso y uso a la tierra campesina.
- El derecho a las semillas nativas.
- El derecho al agua y recursos naturales campesinos.
- El derecho a una vivienda campesina adecuada.
- La protección de los derechos de las mujeres campesinas.
El reconocimiento del campesinado, así como sus derechos colectivos e identidad son fundamentales para garantizar la seguridad y soberanía alimentaria, la preservación de la biodiversidad, el cuidado y sostenimiento del ambiente, del tejido social y comunitario, la generación de trabajo y la producción de alimentos para el mercado interno, entre muchos otros aspectos políticos, sociales, culturales y ambientales.
PRÓXIMOS PASOS
Según informa Vía Campesina, el recorrido de la Declaración será el siguiente. Será presentada en octubre en la próxima sesión de la Tercera Comisión de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, que tiene a su cargo los Asuntos Sociales, Humanitarios y Culturales. A partir de ahí, esta Declaración será sometida en noviembre de 2018 a votación para su aprobación por todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas.
Una vez adoptada, la Declaración de los Derechos de los Campesinos se convertirá en una importante herramienta para que los campesinos y otras personas que trabajan en las zonas rurales busquen justicia y políticas nacionales favorables en torno a la Soberanía Alimentaria, el derecho a la alimentación sana y saludable, la agricultura sostenible, las semillas y la tierra, teniendo en cuenta los intereses de millones de productores rurales de alimentos de todos los géneros y jóvenes.
Sin embargo hay que tener en cuenta que esta Declaración es un documento político No vinculante, por lo que no se crean nuevos derechos y dependerá de la movilización social y la voluntad de los estados para su adopción. Así que desde CERAI seguiremos apoyando las acciones de incidencia necesarias para que el gobierno español apoye la Declaración y la implemente en el país.