En la imagen, personas del equipo técnico, de la Junta y voluntarias de CERAI en las Jornadas de diciembre de 2016 celebradas en la Universitat Politècnica de València
Los proyectos de CERAI en diferentes países siempre se han caracterizado por la búsqueda de la calidad. CERAI es una organización especializada, que centra sus esfuerzos en la sinergia con otras organizaciones de desarrollo e instituciones para tratar de crear procesos asentados y realistas, alianzas que promuevan desarrollo local y campesino igualitario, inclusivo y duradero, pero siempre utilizando las herramientas de los proyectos como vehículo de avance, luchando por conseguir cada vez crear proyectos mejores.
Contamos con un equipo de unas 20 personas que trabajan desde unos 10 países distintos. Año tras año nos reunimos unos días en Valencia, discutimos estrategias y experiencias entre todo el equipo, aprendemos e intercambiamos aciertos y errores.
Para una ONGD especializada que cree en el trabajo que desarrolla y en el modelo de desarrollo que promueve, cuando la situación financiera exterior empeora tanto como lo ha hecho la financiación para la cooperación al desarrollo en los últimos años (74% menos de fondos), el apoyo y la motivación internos resultan de una gran valía, máxime cuando en ocasiones resulta hasta difícil hacer entender a nuestras contrapartes en los países, por qué los recortes les afectan de forma tan directa a ellos, que ya viven su crisis particular.
Por eso este mes estamos de celebración en CERAI: el proyecto que hemos desarrollado para la convocatoria de innovación de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) en 2016 ha obtenido la mejor puntuación de todos los proyectos participantes.
Se presentaron 79 proyectos, de los que sólo se financiarán 21
Se aprobaron los proyectos con 785 puntos o más. CERAI obtuvo 984
Se solicitaron proyectos para 19 países. Se aprobaron para 12
Se presentaron 6 proyectos para Cuba. Sólo se aprobó el proyecto de CERAI
Pero CERAI, como ONGD que es, no tiene razón de ser sin su base social, sin sus socios y contrapartes, sin todas las personas y colectivos que deciden compartir nuestra misión y valores.
En el caso de este proyecto, CERAI se ha asociado en España con el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA) a través de Mery Jaizme-Vega, una reputada investigadora especialista en micorrizas y exvicepresidenta de CERAI, con la tenemos el privilegio de contar en proyectos de cooperación internacional. En Cuba nuestros socios han sido el Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas (INCA) y la Universidad de Guantánamo. El primero es un antiguo compañero de viaje, la segunda una nueva apuesta en Cuba que consolida la línea de trabajo con la investigación y la enseñanza que CERAI sostiene desde que nació (en la Universitat Politècnica de València) y que considera a la universidad pilar de reproducción y testaje de procesos innovadores para la sociedad, para los jóvenes y para la comunidad científica.
El objetivo del proyecto es apoyar al INCA para pasar de la fase de aplicación de hongos micorrícicos en fincas experimentales a su producción comercial, poniendo el producto a disposición de los campesinos que lo deseen adquirir.
El proyecto permitirá la mecanización de la planta artesanal existente en el INCA de Mayabeque generando una producción de 60 Tn/año de biofertilizante micorrízico para su venta a la población a un precio de 0.33 euros/kg. El producto se utiliza en dosis de 2 kg/ha para el maíz, 4 kg/ha para frijol y 20kg/ha en plátano o yuca.
El proyecto recibirá una subvención de 200.000€ de AECID y generará un incremento en las producciones de estos cultivos valorada en 1.475.000€. El valor de compra de las 60 Tn del biofertilizante micorrízico es de 19.800€, por lo que generará un beneficio de 1.455.000€ al año. Dado que la venta de micorrizas beneficiará a 2.500 pequeños productores por año, la inversión media por campesino será de sólo 8€ y obtendrán un incremento en el valor de sus producciones de 590€, logrando un beneficio final de 582€ por encima de sus ingresos anteriores.
De esta manera se incrementan los ingresos de las familias campesinas, se genera economía en las comunidades rurales y se incrementan las producciones en los mercados de Cuba. Un nuevo aporte de CERAI al desarrollo rural. Una nueva semilla que sembramos para el cambio, para el desarrollo sostenible.
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