CERAI une su experiencia a la Obra Social de La Caixa para reforzar el sector productivo hortícola de la región de Trarza, Mauritania, mediante la formación integral de agricultores, agentes de desarrollo y organizaciones campesinas.
Este mes de noviembre despega el proyecto pionero, desarrollado por el Centro de Estudios Rurales y de Agricultura Internacional (CERAI), para mejorar la resiliencia de las comunidades del valle del río Senegal. La firma del convenio entre La Caixa y CERAI da el pistoletazo de salida al trabajo que reforzará el sector productivo en Trarza (Mauritania), intentando saltar la barrera del autoconsumo mediante el aumento de la productividad por técnicas de agricultura ecológica.
CERAI, junto a su socio local mauritano, la Asociación Mauritana por el Auto-Desarrollo (AMAD), trabajan por el desarrollo local de las comunidades del Valle del Río Senegal. Por ello, colaboran desde el año 2009 en el desarrollo agro-pastoral de las comunidades ribereñas del Río Senegal. Una de las apuestas de ambas ONGDs en esta zona del Sahel en todas sus iniciativas de desarrollo emprendidas es el refuerzo de capacidades y formación de la población campesina, como base del desarrollo.
Para todo ello, el proyecto cuenta con la financiación de Obra Social La Caixa, de más de 132.000 euros de partida. El trabajo, enmarcado en la convocatoria ‘Formación en África’ de Obra Social La Caixa espera mejorar la gestión económica de productores familiares individuales o socios de hasta ocho grupos de intereses comunes de producción y comercialización hortícola de la Wilaya de Trarza.
Para ello, los técnicos y cooperantes de CERAI trabajarán en áreas como el fortalecimiento de las capacidades de gestión económica, organización y oferta de servicios de los distintos miembros de los grupos beneficiarios. Para ello, el proyecto trabajará en la mejora de los conocimientos de organización colectiva y de las capacidades productivas agroecológicas de más de centenar y medio de productores de la zona, para la generación de excedentes comercializables.
Será clave también el refuerzo de los conocimientos y capacidades de 20 agentes de desarrollo local de la zona orientados al trabajo con los actores de la cadena de valor de productos hortícolas y de manera transversal con una transmisión de estos conocimientos a través la difusión de los resultados, edición de material didácticos y sensibilización. El proyecto apunta a la diana de una de las mayores causas de pobreza de Mauritania, la falta de soberanía alimentaria.
Mauritania es uno de los países más pobres del mundo, ocupando el puesto 155 de los 177 del Índice de Desarrollo Humano según datos del PNUD de 2013. Es, además, el país más afectado del Sahel por la sequía y la desertificación, debido a una climatología extrema agravada por el cambio climático. De hecho, produce sólo el 30% de los alimentos que consume y apenas se explota un 20% de las tierras potencialmente cultivables. La mayoría de los agricultores producen para autoconsumo, no llegando a cubrir las necesidades básicas familiares y los ingresos económicos provienen de trabajos jornaleros o de las remesas.