Mensaje del presidente Pedro Escriche a socias y socios de CERAI
Estimadas socias/ estimados socios de CERAI,
El motivo de estas palabras es trasladaros el compromiso de nuestra organización con la sociedad en estos momentos difíciles, en los cuales se ha manifestado la importancia de contar con unos sistemas alimentarios territorializados y de proteger los derechos de las comunidades rurales de aquí y de los países con los que colaboramos.
La alarma sanitaria decretada como consecuencia de la pandemia causada por el COVID-19 nos ha metido de lleno en un tiempo de incertidumbre e inseguridad.
El confinamiento y la alteración de nuestra vida nos llevan por procesos de estrés, ansiedad, cansancio, tristeza, agobio, etc. Ninguno sabemos qué nos va a deparar este futuro próximo, esta nueva normalidad post-COVID.
Sin embargo, algo está ya claro. El trabajo que realiza CERAI va a ser más necesario que nunca.
El coronavirus, fuera de especulaciones gratuitas y teorías conspirativas, es una zoonosis consecuencia de la mutación de un virus presente en los murciélagos, que habría pasado a las personas a través de una especie intermedia (probablemente el pangolín, aunque también hay sospechas de que podría haber sido el cerdo).
Cada vez más científicos están denunciando que esta mutación se ha producido por la alteración de los bosques y espacios naturales por la actividad ganadera intensiva. En este caso, los pangolines han sido criados en cautividad en granjas instaladas en zonas ganadas a la selva, donde viven los murciélagos.
Esta presión sobre el medio natural, consecuencia de un capitalismo sin escrúpulos que ha desarrollado un sistema productivo cruel, está resultando cada vez más peligrosa.
Las anteriores pandemias, fundamentalmente el SARS o la gripe aviar, también resultaron ser mutaciones de virus de animales salvajes que, a través de los pollos o cerdos criados en condiciones de hacinamiento, pasaron a las personas.
Periódicos de renombre y seriedad contrastada como The Guardian o el New York Times (ver notas al pie) se están haciendo eco de este problema y llamando a la atención de la opinión pública mundial sobre el riesgo de que la siguiente pandemia pudiera ser mucho más letal.
El modelo intensivo de producción agropecuaria no solo empobrece a personas agricultoras, ganaderas y pescadoras de todo el mundo, ataca al medio ambiente y reduce la biodiversidad. Ahora está demostrado que, de una manera rápida y dramática, el sistema de producción intensivo puede acabar con nosotros como especie. Y no es exageración. Como señala el artículo de The Guardian (ver nota 2) “We have to wake up: factory farms are breeding grounds for pandemics”, el virus H5N1, subtipo de la gripe aviar que apareció en Hong Kong en 1997, llegó a alcanzar una tasa de mortalidad del 60% frente al 2% del COVID-19. Para eliminarlo, en Hong Kong acabaron totalmente con la producción avícola (millones de animales) y consiguieron frenar el avance del brote. Pero está ahí, latente, y las condiciones para su retorno están ahí.
CERAI es más necesario que nunca. Tenemos que continuar sensibilizando sobre la necesidad de un nuevo modelo de producción y de consumo, contribuyendo al desarrollo de las comunidades rurales de los países del Sur y, cada vez más, realizando incidencia política.
El retorno progresivo de la actividad que vamos a ir viviendo en los próximos meses va a coincidir con una grave crisis económica a nivel mundial, que será muy dura en nuestro país, pero que, como siempre, afectará más a los países más frágiles (ver nota al pie)
Ahí tendremos que estar presentes, reclamando más ayuda para acciones que mejoren los circuitos de producción alimentaria, que refuercen a nuestro medio rural y el de otros países, y que supongan nuevas formas de consumir más cercanas a lo local y a lo racional.
Llevamos ya 25 años de historia y hemos pasado por muchas dificultades juntos. Nunca imaginamos que pasaríamos por una como esta. Y, sin embargo, nuestra actividad no solo no ha parado estos días, sino que nos estamos multiplicando para hacer, comunicar y compartir más. Estamos saliendo adelante más fuertes y conscientes de nuestra responsabilidad.
¡¡¡Gracias a todas y todos por hacerlo posible acompañando a CERAI con vuestro apoyo!!!
Un fuerte abrazo
Pedro Escriche
Presidente de CERAI
[1] Is factory farming to blame for coronavirus? – The Guardian
[2] We have to wake up: factory farms are breeding grounds for pandemics – The Guardian
[3] Our Cruel Treatment of Animals Led to the Coronavirus – The New York Times
[4] Coronavirus crisis could double number of people suffering acute hunger – UN -The Guardian