En el marco del 30 aniversario del Centro de Estudios Agrarios y de Agricultura Internacional (CERAI), he tenido la oportunidad de visitar los proyectos que estamos desarrollando en Senegal y Mauritania. La visita se alargó 10 días en los que pude reunirme con los y las responsables de nuestras contrapartes en terreno, ENDA Pronat en Senegal y AMAD en Mauritania. Estas tuvieron lugar en las oficinas técnicas de cooperación de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) en Dakar y Noakchot. También, por supuesto, pude visitar en terreno los proyectos junto a cooperantes de la entidad y los equipos técnicos.
En Senegal, la producción agrícola no es suficiente para alimentar a toda la población, esto se traduce en una dependencia del país de las importaciones alimentarias. A pesar de que la agricultura y la ganadería son los principales sectores económicos, el 20% de la población sufre malnutrición crónica debido a la pobreza y a la inseguridad alimentaria. Desde CERAI empezamos a trabajar en Senegal en 2008 a través de la Red Africagua, apoyando a comunidades del centro y sur del país vía proyectos puntuales de codesarrollo. En 2018 iniciamos proyectos propios en el norte del país, en el margen sur del río Senegal, en las zonas de Podor y Peté. Y precisamente, estas zonas son las que visité, zonas en las que trabajamos de la mano de ENDA Pronat, como contraparte local. Estos proyectos buscan alcanzar una producción hortícola agroecológica diversificada e impulsar una mejora de las prácticas alimentarias familiares. Todo ello a través de parcelas tanto individuales como con fincas comunitarias gestionadas por mujeres.
La visita empezó en las comunas de Pété y Boké Dialloubé, situadas más al este. El primer día visitamos al grupo de mujeres de Sinthiou Diongui, que tienen una parcela comunitaria de casi una hectárea y está gestionada actualmente por 127 mujeres. Este día tocaba formación para la elaboración de biofertilizantes naturales. Nos recibió un numeroso grupo de mujeres que, tras regar sus parcelas estuvieron muy atentas a la formación que impartió Moussa Ndiaye (técnico del proyecto). Comimos un delicioso djebuyen en el pueblo, y las mujeres nos mostraron orgullosas su parcela, los avances que han hecho desde el inicio del proyecto y aprovecharon para grabar un mensaje en video sobre el papel de las mujeres en las zonas rurales de Senegal.
Los avances son posibles gracias al trabajo con las comunidades
Al día siguiente nos trasladamos a Salde, otro pueblo cercano. Era el día de reparto del material de riego (motobombas y tuberías) y herramientas para las diferentes parcelas. Estuvieron presentes los representantes de las comunidades y las presidentas y coordinadoras de los grupos de mujeres. Mostraron su agradecimiento a CERAI y ENDA por su compromiso y trabajo en la zona, ya que es un territorio en el que no han llegado proyectos y las comunidades hasta ahora no habían podido participar ni beneficiarse de ninguno.
Al poco, dejamos la zona de Peté para dirigirnos hacia el oeste, camino de Ndioum. Allí está ubicada la sede de ENDA Pronat en la región, desde la que funciona también el equipo de CERAI. En esta zona, las entidades colaboran con distintos grupos de mujeres que reciben acompañamiento para el manejo agroecológico de sus fincas comunitarias, y que incluye formación específica tanto en técnicas agroecológicas como en gestión. Estos proyectos también favorecen el relevo generacional e impulsan la acción comunitaria.
Las mujeres mueven el mundo, también en Senegal
A lo largo de los diversos días, pudimos compartir con las mujeres que participan en los proyectos su valoración sobre la importancia de avanzar hacia su autonomía alimentaria y cómo las parcelas que gestionan les permiten mejorar la alimentación de sus familias y obtener ingresos extras con la venta de parte de los excedentes. Las parcelas se dividen en planchas en las que se alternan los distintos cultivos y las integrantes se reparten las distintas planchas que gestiona cada una de manera individual. Además, estos días también contemplamos el trabajo de los grupos de Darou Salam Diéguesse y Donaye Tarédji, parcelas pequeñas, con muchas mujeres en el grupo que tienen como función principal el autoconsumo.
El segundo día conocimos mejor Ngaolé y el GPF de Guede Village. En estas zonas las parcelas son más grandes, y como son zonas cercanas al río disponen de mejor acceso al agua y bastante producción de fruta en la temporada (especialmente mangos). En estos pueblos participamos en uno de los talleres de gestión a los que asistían agentes de desarrollo de la comunidad y los jóvenes.
Continuará…