Compartimos una entrevista a la doctora Yakelín Rodríguez Yon, del Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas de Cuba (INCA) con motivo de una estancia de investigación en España. Yakelín ha completado este mes de noviembre una estancia de 3 meses en el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS-CESIC), en Murcia, en el marco de un proyecto de innovación técnica para la Cooperación Internacional que CERAI y el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA) estamos llevando a cabo en Cuba, y que contempla intercambios técnicos de los investigadores a través de estancias en España.
El objetivo de este proyecto es mejorar los rendimientos de la producción de alimentos en Cuba a través de la aplicación de micorrizas, una simbiosis mutualista entre determinados hongos del suelo y la mayoría de las plantas, que favorece la fertilización de la tierra de forma ecológica. Concretamente estamos trabajando junto al Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas (INCA) de Cuba para pasar de la fase de aplicación de su producto comercial de hongos micorrícicos en fincas experimentales a su mejora productiva y de rendimiento, mejorando la disposición y especificidad del producto para las familias campesinas que lo deseen adquirir a un precio asequible para ellas.
Aprovechando su estancia en España, el lunes 25 de noviembre la Doctora Yakelín Rodríguez ofreció una charla para el alumnado de la Escuela de Capataces Agrícolas de Catarroja (Valencia) sobre los beneficios de la inoculación de micorrizas en cultivos estratégicos, así llamados en Cuba por su importancia en la alimentación nacional, y visitó la sede central de CERAI.
Hemos aprovechado este encuentro para conocer cómo ha ido su estancia de investigación en España y en qué punto se halla el proyecto sobre extensión a los campesinos de los beneficios de la inoculación de micorrizas en cultivos estratégicos en Cuba.
P: ¿Qué tal ha sido la estancia de investigación en el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura?
R: La estancia en el CEBAS me ha permitido el acceso a un laboratorio con infraestructura puntera, y acceso a reactivos a los cuales no podemos acceder en el INCA. Con el uso de este equipamiento he logrado hacer los estudios para caracterizar el producto que elaboramos, el ECOMIC, y establecer técnicas de monitoreo. Cuando aplicamos este producto en el campo, observamos el efecto, pero hasta la fecha no sabemos si se debe directa o indirectamente a su uso. Por ello, es necesario establecer estas técnicas que nos ayudan a tener marcadores para reconocer la presencia de una micorriza específica y vincular o no la actividad de nuestro producto a mejoras de las condiciones de producción. A través de esta estancia, hemos querido certificar que el producto ECOMIC que fabricamos en el INCA es puro, que contiene la cepa que queremos, y cuantificar en qué medida está presente el producto en el inóculo final que se emplea en el campo.
P: ¿En qué tipo de cultivos habéis estudiado la aplicación de este producto y qué resultados estáis obteniendo en el INCA?
R: Aplicamos las micorrizas en todo tipo de cultivos estratégicos, es decir en todos aquellos que tienen importancia económica. Pueden ser tubérculos, hortalizas, frijol, maíz, soya, en jardinería, en frutales, etc. Ya lo aplicamos en todas las plantas que se puedan micorrizar, porque la mayoría de las especies vegetales se pueden micorrizar.
P: ¿Desde cuándo estáis desarrollando el trabajo con micorrizas en el INCA? ¿En qué os está apoyando el proyecto desarrollado junto a CERAI?
R: El INCA está trabajando sobre micorrizado desde los años 90, incrementando progresivamente las áreas. La actual colaboración con CERAI y con el ICIA nos está permitiendo incrementar la capacidad productiva del inóculo comercial, e incluso mejorar las condiciones para el inóculo certificado. También vamos a poder semimecanizar el proceso de manejo del producto e interactuar más con los campesinos, visitarlos más para hacer una mejor evaluación y recolección de los datos de producción tras la aplicación del producto.
Extensión a los campesinos de los beneficios de la inoculación de micorrizas en cultivos estratégicos
El proyecto de Cooperación Internacional en el cual se ha enmarcado la estancia de la doctora del INCA en España está financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), a través de una línea de subvenciones para apoyar proyectos de innovación. El aumento de producciones estratégicas para el país y la mejora de los ingresos de las familias campesinas son sus dos grandes expectativas.
El INCA se encarga de la reproducción en seco de las micorrizas, que luego se criban, secan y empaquetan para su uso en terreno. Las pruebas de campo que desde hace años se llevan a cabo en parcelas cercanas al INCA, cerca de la Habana, se amplían con este proyecto a Guantánamo, donde se trabaja con la Universidad para ampliar el área experimental en fincas productoras en distintas condiciones de cultivo y edáficas.
Se han recogido ya resultados muy positivos sobre el aumento de la producción vegetal con la aplicación de las diferentes cepas de micorrizas. Con el proyecto se ensayan variedades con cultivos, interacciones entre las micorrizas y otros fertilizantes orgánicos y el comportamiento de éstas en varios cultivos iguales en dos ubicaciones opuestas de la isla.
A través del proyecto también se contemplan mejoras materiales, como la adquisición de 2 coches que están apoyando directamente al área de extensionismo agrario.
En la imagen, un agricultor del programa muestra la diferencia entre alturas del mismo cultivo tratado y sin tratar con ECOMIC