Desde el Centro de Estudios Rurales y Agricultura Internacional (CERAI) apostamos por el modelo de ganadería extensiva, que supone una alternativa real y efectiva frente a la ganadería industrial. Los impactos negativos de la ganadería industrial están más que demostrados, allí donde hay una macrogranja, se destruye el entorno natural con graves efectos sobre la economía local, lo que incide en la despoblación del mundo rural. Por otro lado, la ganadería extensiva, sigue un modelo familiar que da trabajo a pequeños productores, que son un pilar fundamental de muchos municipios rurales, es respetuosa con los animales y el medioambiente y ofrece un producto de más calidad para todas las personas consumidoras.
Un futuro sostenible y digno para quienes sostienen los territorios rurales pasa, sin duda, por el apoyo a la ganadería extensiva y a las ganaderías familiares. El modelo de macrogranjas no es en absoluto un futuro deseable
Esta guía de buenas prácticas ganaderas refleja la visión de CERAI para identificar los beneficios y sinergias que esta actividad ha aportado durante milenios a nuestro territorio y también es una propuesta sobre cómo se podría reducir la huella negativa que esta actividad pueda generar, sobre todo desde la intensificación de la ganadería.