CERAI

Huertos escolares para potenciar el vínculo con la naturaleza

Proyecto: Sembra verdura, arreplega cultura. CERAI

¿Cómo comemos?, ¿cómo producimos y cómo consumimos?, ¿qué relación tienen estas elecciones sobre nuestra salud y sobre el planeta? Sembra verdura, arreplega cultura es un proyecto de CERAI en el que se han trabajado todos estos interrogantes mediante el huerto escolar, generando una reflexión dentro de los centros educativos sobre nuestra relación con el mundo rural y la alimentación.

Concretamente, en esta última etapa, con el apoyo de Caixa Popular, CERAI ha trabajado con CEIP Maestro Juan Bernia (Pedralba) y CEIP l’Olivera (Eliana) a través de la puesta en marcha de un huerto escolar agroecológico y talleres para dinamizar este espacio con en el profesorado, el alumnado y el AMPA. En la actualidad, seguimos trabajando y cada vez son más las peticiones de colegios interesados en introducir otro tipo de propuestas pedagógicas en sus currículums.

El objetivo es despertar la consciencia de ecodependencia que tenemos con nuestro entorno, potenciar el estrecho y fuerte vínculo con la naturaleza, los alimentos, la cultura y el paisaje. Todo lo que somos tiene que ver y está vinculado a nuestro entorno.

El huerto escolar agroecológico es un aprendizaje experimental que mediante la propia vivencia consigue generar una conciencia crítica ante los sistemas de producción, distribución y consumo de nuestros alimentos y cómo afectan a nuestra salud y a la salud del planeta.

Integrar los huertos escolares en la educación formal es reivindicar de algún modo una educación para la transformación social, que forma a las personas como agentes activos para propiciar un cambio hacia modelos de vida más sostenibles.

Sembra verdura, arreplega cultura

El proyecto recoge una propuesta pedagógica que nos permite trabajar de manera transversal tanto en el espacio del huerto como en las aulas: la soberanía alimentaria, la agroecología, el consumo responsable, el ecofeminismo, el cambio climático y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), vinculados al Huerto Escolar Agroecológico (HEA) con alumnado, profesorado y AMPA.

Se propone una metodología activa a través de estrategias que integren actividades promotoras de situaciones de aprendizaje significativas que faciliten no solo a conocer los procesos de la ciencia, sino a incorporar nuevos aprendizajes a su vida cotidiana que se van adquiriendo durante todo el desarrollo de las actividades y talleres.

En un laboratorio natural y vivo como es el huerto escolar se da la oportunidad, tanto para el profesorado como para el alumnado, de experimentar y establecer una relación entre la teoría y la práctica de un modo vivencial al investigar, indagar y trabajar como un verdadero científico. A la vez aprenden haciendo, y tienen la oportunidad de adquirir mayor destreza y técnicas para mejorar su calidad de vida, la de su familia y su comunidad.

Las actividades son motivadoras, para despertar la curiosidad, el interés, la motivación por la investigación y el deseo de profundizar en aprendizajes significativos. Por tanto, a partir de materiales pedagógicos creados por CERAI como la Maleta Pedagógica, El Huerto Escolar nos enseña a comer y el Dossier de Herramientas y Actividades para el Huerto Escolar, se transfiere la parte teórica-conceptual en forma de juegos, talleres y trabajos de equipo y cooperación relacionados con los diferentes bloques del currículo escolar al alumnado y profesorado. Luego, se forma a todos los miembros del cole en cómo cuidar el huerto, se hace de él un espacio experimental, donde también podemos experimentar para llevar a cabo reflexiones críticas y poner en práctica la parte teórica de muchas asignaturas.

En cuanto al AMPA, también recibe formación sobre los conceptos mencionados y técnicas sobre cómo realizar y mantener el huerto escolar, para acompañar como apoyo al profesorado y participar en las tareas de preparación y gestión del espacio del huerto, y para realizar cambios hacia modelos de consumo responsable.

Desde nuestra experiencia, tenemos la certeza de que los huertos escolares son espacios enriquecedores, sirven como una herramienta integradora de muchos aspectos de la vida en la educación formal, y sobre todo, la recuperación de la educación ambiental y la sostenibilidad. Los niños y las niñas están en una etapa en la que absorben todo el conocimiento y la educación al aire libre y en contacto con la diversidad natural les aporta otra visión del mundo que ha desaparecido de nuestras rutinas. Es más, en momentos de pandemia, la apuesta por la enseñanza en espacios naturales al aire libre es la opción más segura, como bien señalan las compañeras de la cooperativa Germinando. 

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