Imagen: Entrega de alimentos organizada por el MST – Movimento dos Trabalhadores Sem Terra para familias vulnerables (autor de la imagen: Leandro Molina)
Con la extensión de la pandemia a nivel mundial las entidades que trabajamos en Cooperación Internacional estamos en contacto permanente con nuestras entidades socias en los países donde trabajamos para tratar de ajustar nuestras acciones a la nueva situación de emergencia, y para poner las bases de la posterior salida a la crisis. Todos los territorios donde trabajamos están en mayor o menor medida afectados por el avance de la COVID-19, y en todos ellos se están activando redes fuertes de solidaridad y de ayuda mutua para mitigar los efectos de la crisis entre las poblaciones más vulnerables. Viendo cómo se han activado las redes de respuesta colectiva a la pandemia, desde CERAI nos reafirmamos en el llamamiento a la solidaridad y la cooperación entre los pueblos del mundo ante esta crisis sanitaria y sus consecuencias socio-económicas.
En África, destacamos el llamamiento de la organización panafricana de agricultores, PAFO (Pan African Farmers Organisation), que manifiesta su compromiso y responsabilidad para evitar la escasez de alimentos y garantizar la seguridad alimentaria en este tiempo de crisis. Elizabeth Nsimadala, presidenta de la PAFO, manifestaba en este comunicado que se están duplicando los esfuerzos para producir alimentos y abastecer los mercados disponibles: PAFO certifie l’engagement et la responsabilité des agriculteurs africains de continuer à nourrir l’Afrique
Desde ECOWAS Commission, Dirección de Agricultura y Desarrollo Rural de la CEDEAO (Comunidad Económica de Estados de África Occidental), se alerta del peligro de hambre y crisis alimentaria en menos de 3 meses en África occidental. “Ninguno de nuestros estados tiene una reserva alimentaria sólida o simplemente proporcional a su población en caso de crisis a menos que importe o solicite ayuda (…) Si faltan los alimentos, especialmente los alimentos frescos, las poblaciones morirán masivamente, no del coronavirus, sino de hambre, durante y después de la crisis”.
En Marruecos hemos visto activarse redes de apoyo dentro de las comunidades. Un grupo de mujeres de Mcissi, al sur del país, con las que trabajamos a través de la asociación local Association Hassilabiad, se ha organizado para coser mascarillas para la comunidad.
En Senegal desde CERAI nos estamos coordinando con otras organizaciones y estamos participando en las reuniones de análisis de la situación con la Agencia Española de Cooperación para el Desarrollo, con el resto de ONGD españolas y con la Plataforma de Organizaciones europeas presentes en el territorio. La actuación se está centrando en hacer análisi del impacto de la COVID-19 y cómo hacer incidencia con los donantes y Gobiernos para que la respuesta a la crisis tenga en cuenta sectores tan importantes como la seguridad alimentaria o el desarrollo rural. A través de nuestros socios locales, la Union des Jeunes Agriculteurs de Koyli- Wirnde (UJAK) y ENDA-PRONAT, mantenemos una fuente de información directa sobre la situación de las producciones agrícolas y de familias con las que trabajamos.
En Cabo Verde hemos puesto nuestro trabajo a disposición de un plan común de contingencia y mitigación frente al impacto socioeconómico, alimentario y sanitario de la COVID-19, en colaboración con las comunidades rurales, socios locales e instituciones locales e internacionales.
En los territorios ocupados palestinos el PARC (Palestine Agriculture Relief Commitee) informa de la puesta en marcha de una iniciativa por parte del Socorro Agrícola para proporcionar verduras frescas al centro de cuarentena en Gaza, así como materiales de protección sanitaria para los comités de protección comunitaria.
Desde América Latina compartimos el Llamamiento a los pueblos originarios, afrodescendientes y organizaciones populares, que describen la crisis global causada por la COVID-19 como una encrucijada para los pueblos y la peor expresión de un sistema en descomposición. En el comunicado, se enumeran 12 propuestas, entre ella la necesidad de priorizar la agricultura familiar cooperativa y agroecológica en el suministro a las personas y a las cocinas comunitarias.
Por su parte, la Confederación de Organizaciones de Productores Familiares del Mercosur Ampliado, COPROFAM, ha realizado un análisis de la coyuntura actual y de los impactos sobre la agricultura familiar en la región latina. El presidente de COPROFAM, Alberto Broch, ha pedido el apoyo de los gobiernos para facilitar el proceso de distribución de alimentos a fin de abastecer completamente a la población en este momento de cuarentena y con precios justos en los alimentos: Además de continuar produciendo, agricultores y agricultoras necesitan apoyo para comercializar los alimentos
Interesante también el comunicado de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo, CLOC-Vía Campesina, sobre los desafíos antes y después de la pandemia, donde destaca entre otras peticiones la necesidad de unión de las organizaciones campesinas para hacer una agenda común frente a la catástrofe económica derivada de la COVID-19, y la apuesta por una agricultura familiar campesina que promueva a nivel mundial la producción de alimentos agroecológicos.
En Colombia, la Red Nacional de la Agricultura Familiar ha lanzado un comunicado en el que defiende que la agricultura campesina, étnica, familiar y comunitaria es la respuesta para construir los planes de emergencia alimentaria frente a la COVID-19. Ver Comunicado Publicado por Red Nacional de Agricultura Familiar el 7 de abril de 2020, firmado por entidades amigas de CERAI por Corambiente y Corporación Desarrollo Solidario (CDS).
En Brasil destacamos el trabajo del MST – Movimento dos Trabalhadores Sem Terra, que se ha volcado en la distribución de alimentos saludables por todo el país para familias en situación de vulnerabilidad. También ha difundido entre las personas productoras 15 medidas para evitar la contaminación durante la entrega o venta de alimentos.
Finalmente, en Bolivia, recogemos la preocupación de nuestro socio local CIPCA, que alerta de la especulación de precios en los mercados mayoristas a raíz de las restricciones a la libre circulación y el temor a sufrir contagios durante la comercialización. En ese sentido, CIPCA alerta de la disminución de los ingresos de las familias campesinas. Ver comunicado: Fortalecer la agricultura familiar para mitigar los impactos del COVID-19. La organización campesina también está haciendo un esfuerzo por divulgar consejos para la prevención del contagio en las diferentes lenguas de los pueblos indígenas.