CERAI

Tres semillas locales de alta calidad que sembramos en 2017

OPNIÓN: Vega Díez, directora de Cooperación Internacional de CERAI

En CERAI apostamos por el trabajo a largo plazo. Por profundizar, crecer, aprender y aportar en las zonas en las que trabajamos junto a nuestras organizaciones socias locales. Basamos nuestras decisiones en el análisis de las actuaciones anteriores, tramando poco a poco ajustes para mejorar y adaptar las propuestas a cambios que suceden en terreno y que se mezclan con aportaciones externas. Por ello son procesos lentos y sutiles.

Pero lejos del aspecto inmovilista que puede desprender para algunos la preservación del medio, el ahorro de recursos, la consideración de la sabiduría de los pueblos y la aplicación del principio de precaución al uso de biotecnologías, mostramos que el desarrollo endógeno tiene mucho de innovador. Necesita de un amplio proceso participativo para encontrar ese ajuste que no lo haga extraño a la sociedad, al ecosistema y a la cultura que lo acoge, proponiendo a su vez mejoras y cambios que se consoliden y conduzcan a un desarrollo sostenible. No se trata de imitar lo que se hacía antaño. Se trata de obtener el denominador común entre la tecnología de la vida moderna y las características propias de cada pueblo, preservándolas.

En ese juego tienen mucho que decir nuestras organizaciones socias locales. Ellas son las que  trasladan sus sentires, sus problemas, sus anhelos. Son ellas las que promueven las iniciativas y la cooperación para buscar soluciones y recursos destinados a mejorar la vida en sus comunidades.

De hecho, las propuestas de desarrollo local inclusivo son suyas. Nosotros  las hacemos propias e iniciamos ese proceso de cooperación conjunta basado en la reflexión, el análisis, la innovación técnica y social, y finalmente, la propuesta de soluciones compartidas. Con la mirada en el largo plazo.

Hacemos planteamientos de mitigación del cambio climático, dotando a los suelos de mayor vitalidad, por ejemplo; o de reducción del éxodo rural, que despuebla el mundo mucho más rápido de lo que despobló nuestros pueblos en la vieja Europa. También propuestas de inclusión social y profesional de mujeres y jóvenes, que proponen nuevos paradigmas desde la participación y que matizan el viejo orden social y productivo, renovándolo.

CERAI tiene el honor de acompañar esos procesos, la responsabilidad de modularlos y la obligación de darlos a conocer.

Por eso queremos agradecer a todas las personas que hacen posible que nuestro trabajo siga adelante, que haya más comedores escolares en el mundo alimentados por sus comunidades de forma respetuosa; que más mujeres puedan defender sus derechos culturales, sociales, políticos y económicos, obteniendo una consideración social y siendo espejo para sus hijas y sus hijos; que más agricultores y agricultoras en zonas desérticas puedan introducir mejoras de bajo coste que les ayuden a producir de manera más eficiente, a crear redes de semillas estables, a vender localmente los alimentos que sus comunidades no pueden comprar a precios de mercado, evitando que tengan que recorrer muchos km. o depender de la ayuda alimentaria; que más modelos integrados sostenibles hagan que las familias no tengan que emigrar, no tengan que sacar a sus hijas e hijos de las escuelas y que puedan luchar junto a otras familias para que sus voces se oigan.

En CERAI creemos que aún se puede parar el declive del mundo empobrecido y de la misma forma, traer ese aprendizaje a nuestro mundo. Es imprescindible una visión global del mundo para luchar contra problemas de común origen aunque distinta expresión. Tenemos la obligación de dejar un mundo decente, respetuoso, igualitario y no tóxico a las generaciones futuras.

Ojalá que estos 3 proyectos que comenzarán en breve puedan ser un paso más en este recorrido.

Noticia relacionada

Tres nuevos aportes de CERAI al desarrollo rural: nuevos proyectos para Cuba, Mauritania y Mali

Ir al contenido