CERAI

¡Por un año en el que la esperanza sostenga un futuro de paz y libertad!

2025 ha sido un año destacado por la incertidumbre económica y política a nivel global, la mentira y el horror cotidiano. También ha sido un año de movilizaciones masivas sin descanso que han llenado las calles y han surcado los mares del mundo. “Hay que ser buena gente para estar contra el genocidio en Palestina”, dijo hace unos meses la periodista Olga Rodríguez. Y esto, a punto de acabar el año, nos hace sumar una conclusión: somos más las buenas personas, aunque el poder para cambiar las cosas de inmediato esté en manos de quienes desean tapar el sol con un dedo o negar un genocidio. 

Por todo ello, desde CERAI, hemos deseado que la resistencia que, día tras día, nos enseña el pueblo palestino y la esperanza, que es lo último que se pierde, Lorca estaría de acuerdo, protagonicen la tarjeta de felicitación de este año. Bajo el lema “Que la raíz de la esperanza sostenga un futuro de paz y libertad”, reafirmamos nuestro compromiso con un mundo en el que la vida de las personas y la Tierra ocupen el centro. También con un modelo de desarrollo sostenible, justo y solidario. 

Un compromiso que esperamos que brille incandescente en 2026, declarado por las Naciones Unidas el Año Internacional de la Agricultora. El fin último de este es sensibilizar y promover medidas para subsanar la brecha de género y mejorar los medios de vida de las mujeres en todo el mundo. 

Las mujeres constituyen alrededor del 40% de la fuerza laboral agrícola, llegando a superar el 50% en algunas regiones de África y Asia. Y aunque una de cada dos personas que trabajan en la agricultura es mujer, en pleno siglo XXI, sólo el 15% de las mujeres agricultoras son propietarias de tierras a nivel mundial, según datos de Naciones Unidas. 

En un contexto complejo, de extremismos violentos, celeridad inhumana y continua conquista cotidiana de los derechos humanos, desde CERAI vamos a seguir trabajando por un futuro que proteja, de Norte a Sur, los recursos naturales y las comunidades más vulnerables. Porque, recordad, somos más las buenas personas, y plantadas todas juntas, quizá de forma más lenta, también podemos cambiar la historia.

Por último, queremos agradecer todo el acompañamiento y apoyo recibido en este año. 

¡Felices fiestas!

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