A finales de agosto se encendieron las alarmas. Llegaron advertencias de diferentes organismos que alertaban de grandes registros de lluvia en el Sahara. En noviembre de 2023, la Media Luna Roja Saharaui (MLRS) realizó junto a Cruz Roja Española un simulacro de inundación y una evaluación de la respuesta en la wilaya de Esmara. Desde que hay registros, cada década ha habido inundaciones en los campamentos. En 1985, 1995, 2006, 2015, 2016 y 2024. Mientras, la población civil, la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y las diferentes organizaciones en terreno, como CERAI, siguieron el pronóstico del tiempo con cautela y tensión.
Pero, ¿por qué temer a la lluvia en el desierto? ¿No es algo bueno que llueva en sitios secos? Lo es, cuando llueve poco y de manera intermitente para dar tiempo al terreno a absorber el agua. Pero la hamada de cristales de feldespato, apelmazados, que cubre el territorio, las lluvias suelen caer de una manera torrencial, el suelo –como si fuera impermeable- desliza el agua sin absorberla, y genera, en poco tiempo, grandes rieras e incluso grandes extensiones de agua que como marismas repentinas, lo cubren todo. Entonces, la infraestructura débil en los campamentos, construidas de adobe y ladrillos de un mal aglomerado, cede y se derrumba.
Así que, aunque las lluvias torrenciales no llegaron a los campamentos, sus consecuencias sí. Hubo escasez de alimentos frescos, hasta el punto de llegar al desabastecimiento total en las wilayas de los campamentos y en Tinduf, la ciudad argelina más cercana. Lo mismo pasó con la gasolina, cuyo precio se cuadruplicó, aunque no llegó a agotarse.
Durante unos días, la situación ha sido grave porque Sahara es un territorio con una gran dependencia del exterior. Pero afortunadamente, la carretera que venía del desierto de Adrar ha sido rehabilitada por Argelia (una riera impedía su paso). Los camiones han conseguido llegar y la región vuelve a disponer de alimentación y gasolina. Los precios, sin embargo, disparados por la falta de oferta, han exigido enormes esfuerzos económicos a una población muy vulnerable. Las protestas han tenido efecto, y a las dos semanas los precios se han regularon.
La situación se repitió una vez más con efectos catastróficos
Tras este primer asalto, nuevos anuncios por lluvias alertaron a la población de los campamentos. Las lluvias empezaron el 19 de septiembre, y tras casi una semana, hasta el 24 de septiembre, siguió lloviendo. La lluvia, esta vez, afectó con gravedad a la wilaya de Dajla, como ya lo hiciera en 2025, cuando casi un 70% de las casas de la wilaya resultaron dañadas.
Tras el fenómeno, los daños son enormes y generalizados. Es difícil poder comunicar la información de manera cronológica y ordenada.
El pasado sábado, empezaron a circular imágenes de los primeros estragos. Con algunos muros y viviendas derrumbadas. También se informó de que el Hospital Regional se encontraba inundado, pero que alguna de sus alas seguía en funcionamiento. A medida que han avanzado los días, las desdichas, como la intensidad de la lluvia, han ido en aumento.
A día de hoy, el Hospital Regional está completamente inundado. Los Hospitales-dispensarios de las dairas, de manera general también. Específicamente, señalan que el Hospital-dispensario de la daira de Umdraiga está totalmente inundado y parcialmente derruido, es decir, inutilizable. El nuevo hospital de la daira se encontraba en construcción en un punto más alto, pero aún está lejos de ser terminado.
Las escuelas de Binenzarán y Ain Elbeda están inundadas, la escuela infantil de esta última se encuentra en especial situación de riesgo, ya que varios de sus muros se están derruyendo.
Al menos, un río principal cruza la wilaya barriendo todo a su paso. De las siete dairas de la wilaya, afecta a 4: Umdraiga, Gelibat Elfula, Argub y Yrahfia. Estas dos últimas son las más afectadas. Hasta este momento, no se ha informado de ninguna víctima o desaparición humana.
Los medios de vida de la población están siendo fuertemente afectados. Además de las viviendas, los huertos y corrales, están siendo barridos. Circulan varios videos de cabras llevadas por la ría. Esto pone en riesgo la situación de la población a medio plazo.
No todos los vehículos pueden entrar en la wilaya, parcialmente incomunicada. Estos días han podido ir un equipo de bomberos, el ejército, las ONGD internacionales que como CERAI están en el terreno y algunas agencias de la ONU. Las primeras valoraciones que se van emitiendo hablan de necesidad primaria de alimentos, mantas y tiendas. Las reservas alimentarias almacenadas para la población se han dañado y hay varios cientos de familias desplazadas. Falta agua potable y hay graves cortes de luz.
CERAI en movimiento
Un equipo de CERAI se ha desplazado hoy a Dajla, con sus 2 responsables de terreno, el chófer para llevar comida en lata y enseres de primera necesidad. También para apoyar las valoraciones en Dajla junto a las autoridades locales argelinas y la Media Luna Roja Saharaui. Por el momento, queda constatado el daño en muchos huertos antiguos de los apoyados con proyectos de cooperación española ejecutados por CERAI, y el derrumbamiento de dos de los huertos nuevos del proyecto de AECID.
La organización también está contactando con todas las familias beneficiarias de los proyectos desarrollados a través de las coordinadoras, así como con la Unión de Mujeres. Y todos los medios humanos, vehículos y trabajo, están movilizados al servicio de la emergencia.