El Centro de Estudios Rurales y de Agricultura Internacional (CERAI), de la mano de GIASAT, ha celebrado una jornada en Zaragoza bajo el título ‘Por unos comedores escolares de calidad para Aragón’. El principal fin de este evento ha sido favorecer el encuentro, el intercambio y la inspiración entre personas y entidades que desde el ámbito activista y la comunidad educativa trabajan cada día para transformar la realidad de los comedores escolares.
“La idea, con esta jornada, es aunar esfuerzos desde la producción y desde las AMPAS. Continuamos trabajando cada día para recordarle al Gobierno de Aragón la pendiente mejora de los pliegos. Y también para recordar a todos los partidos políticos el compromiso que adquirieron al firmar hace unos meses una proposición no de ley con la que seguir avanzado en esta realidad”, señala Juan Laborda, técnico de CERAI y representante de GIASAT.
Uno de los principales problemas de la gestión de los comedores en Aragón se encuentra en que los pliegos no permiten mejorar el control sobre la comida que recibe el alumnado en los centros educativos. Los pliegos tampoco responden a la realidad múltiple que existe en Aragón, donde hay cocinas de gestión directa, cocinas de gestión comunitaria y cocinas subcontratadas, además de cocinas de línea fría.
Escenario actual y experiencias replicables
En el evento, organizado en el Centro Joaquín Roncal de Zaragoza, y presentado por Juan Laborda, representante de CERAI y Blanca Aguilar, representante de Mensa Cívica, las personas asistentes han podido escuchar la voz de tres ponentes. Por una parte, Pedro Lloret, técnico de investigación y dinamización territorial en CERAI, ha compartido con las personas asistentes cómo nació y cómo está funcionando ‘Horta Cuina’. Esta es una iniciativa impulsada por CERAI con los agricultores y agricultoras locales de la huerta de València y las comarcas limítrofes. El objetivo de esta es suministrar a los centros escolares fruta y verdura de proximidad, de temporada y ecológica. En 2023, ‘Horta Cuina’ abastecía a 35 centros escolares en las comarcas de la huerta de València y València ciudad. Y en 2024 está suministrando a 47 centros escolares, con una previsión de finalizar el curso actual con 60 centros.
“Con esta iniciativa, desarrollada en València en los últimos tres años, demostramos que es posible y viable el cambio, pero es un camino a medio plazo. Es necesaria una articulación entre los productores, las entidades y las comunidades educativas”.
Por otra parte, ha intervenido Sarai Fariñas, técnica de Educación para el Desarrollo en CERAI. Ella ha compartido su experiencia con el proyecto ‘La sostenibilitat al plat’, una iniciativa que el próximo año inicia su octava edición. Este proyecto ha propiciado un caldo de cultivo en la comunidad escolar valenciana que ha posibilitado que hoy en día, las empresas de restauración colectiva, a pesar de no estar obligadas por ley, estén comprando producto ecológico y local a pequeños productores.
“Para llegar a una iniciativa como Horta Cuina, que sería como la última fase, donde la producción ha llegado a las cocinas de las escuelas, y podemos garantizar que los productos de proximidad, de temporada y ecológicos forman parte de los menús de las escuelas públicas, son necesarios otros pasos. Hay que formar a las comunidades educativas a través de proyectos como ‘La sostenibilitat al plat’. Con este trabajamos qué significa comer de calidad, comer del territorio y las implicaciones que tiene en la adaptación de los menús. También es vital iniciar un proceso de incidencia política con las administraciones para pedirles cambios normativos a través de los pliegos o la transformación de leyes de alimentación existentes. Además, es esencial el trabajo en red para alcanzar un fin común, o realizar estudios para entender de alguna forma que la producción agraria se ha de planificar que para llegue a los comedores”, ha señalado
Fariñas que también ha mencionado como imprescindible el trabajo de comunicación y sensibilización con la ciudadanía.
Finalmente, ha sido el turno de Genaro Delgado, integrante de la Plataforma por unos comedores escolares públicos de calidad. Él ha contado cómo contempla el escenario actual y en qué fase se encuentra la lucha en Aragón para mejorarlo.
El 52% de los colegios de Aragón tiene cocina in situ, y su alumnado puede comer a diario comida recién hecha; mientras, un 48% recibe comida recalentada producida por alguna multinacional o una empresa de catering. Esto denunció a principios de año la Plataforma por unos comedores escolares públicos de calidad (Come pública). Una realidad dibujada a partir de los datos recogidos del informe de evaluación del subprograma de control nutricional de los comedores del Gobierno de Aragón del curso 2022/23.
“Desde la plataforma acompañamos a las familias, les proporcionamos herramientas y realizamos acciones de sensibilización. Además, tratamos de tener una presencia muy activa en las calles para visibilizar la problemática en manifestaciones o concentraciones. La ciudadanía está pagando por un servicio que no es equitativo, mientras hay alumnado que recibe comida ecológica hecha en el día, hay también alumnado que recibe comida precocinada con el riesgo para la salud que eso supone. Y hemos de hacer todo lo que esté en nuestras manos para llamar la atención sobre esta problemática”, ha destacado Delgado.
Tras las presentaciones, el público asistente pudo disfrutar de un espacio abierto, práctico y dinámico. El fin último: intercambiar experiencias de personas asistentes y compartir un debate colectivo.
Sobre el Consorcio Giasat
Las cinco entidades que conforman el Consorcio Giasat (Gestión Integral Agroecológica para los Sistemas Alimentarios Territorializados) son: la Fundación Entretantos, la cooperativa Germinando, Plant on Demand, la Universidad de Córdoba y CERAI. Todas están vinculadas al sector agroecológico desde distintos enfoques: dinamización territorial, investigación, desarrollo de herramientas de digitalización y territorios. Trabajan de manera colectiva para impulsar, facilitar y acompañar en los procesos en los diferentes territorios.
Además, Giasat ha tejido una red de colaboradores con un enfoque multiactor aglutinados en el Espacio Lanzadera que periódicamente cuenta con sesiones participativas de reflexión y transferencia de conocimiento.