Tras un proceso de participación, basado en el consenso y la asunción de compromisos colectivos, el 16 de octubre de 2018, coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Alimentación, el Consell Alimentari de València aprobó la Estrategia Agroalimentaria de la ciudad de València, que será elevada para su aprobación por el pleno municipal a finales de octubre. Desde CERAI estamos satisfechos de haber participado en este proceso, que hemos acompañado desde su inicio con el objetivo de que València se dote de un marco estratégico que permita hacer efectivos los compromisos adquiridos con el Pacto de Milán, la Red de Ciudades por la Agroecología y el pacto Intervegas.
El Consell Alimentari Municipal (CALM) integró en su segunda sesión a nuevos miembros con el fin de ser un órgano representativo del sector agroalimentario en su diversidad y pluralidad. Los miembros del único consejo alimentario de ámbito municipal en todo el territorio español votaron a los representantes de la Comisión Permanente así como la Vicepresidencia. Estos órganos son indispensables para que su buen funcionamiento y su misión de realizar propuestas hacia un sistema agroalimentario sostenible se establezcan en base a relaciones de equilibrio, justicia social y medioambiental. Se inicia así un proceso que permite diseñar soluciones a los desafíos que en materia de alimentación enfrentamos como habitantes de este entorno metropolitano único y complejo.
Una vez la Estrategia Agroalimentaria Municipal sea aprobada por la Junta de Gobierno Local, los diferentes grupos de trabajo y la Comisión Permanente podrán avanzar en propuestas para la elaboración de planes de acción que integren medidas sobre alimentación en diferentes ámbitos de actuación como la salud o la educación.
Esta propuesta de Estrategia Agroalimentaria se ha ido definiendo de manera paralela a la conformación del CALM, y es el resultado de la contribución de diversos agentes del sector agroalimentario. Los principios en los que se sustenta y los valores que transmite han constituido el primer y principal elemento de consenso. Sobre estos pilares los diferentes actores podrán emitir, de manera coordinada, propuestas integrales que otorguen coherencia y cohesión a futuros planes de acción que surjan en el ámbito de la ciudad.
Las líneas estratégicas de este marco de referencia contemplan que, para promover la transición agroecológica en los sistemas agrícolas, ganaderos y pesqueros, es necesario promover cambios en nuestra cultura agroalimentaria. Considera la relocalización de la economía alimentaria para generar cadenas de valor más justas. Defiende el derecho a la alimentación sostenible sin el cual no es posible hablar de sistema sostenible y justo. Y finalmente establece la gobernanza alimentaria y la planificación territorial como elementos que garanticen la continuidad de este proceso necesario para poder construir un sistema alimentario bueno para nuestro ecosistema.
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