En la actualidad, la falta de relevo generacional en el campo se ha convertido en un gran reto para el sector agrario. Según los datos que muestra el último censo agrario estatal del Instituto Nacional de Estadística (INE), el número de explotaciones agrícolas en España ha disminuido un 7,6% en comparación al anterior censo de 2009. Además, en el 67% del total de las explotaciones agrícolas la persona jefa de la explotación supera los 55 años, y solo en un 4% son menores de 35. Y si hablamos de género, sólo el 27% de las explotaciones están dirigidas por mujeres. Este es el escenario actual.
Los principales problemas que han llevado al sector a esta situación son: la falta de acceso a la tierra, el financiamiento, la capacitación, el asesoramiento, la ausencia de innovación, los canales de distribución y la comercialización de productos. A esto se añaden otros obstáculos no menos importantes como la reputación actual de las profesiones agrarias en el imaginario colectivo, ya que son trabajos poco valorados a nivel económico y social. Para renovar esta imagen es importante poner en valor el trabajo del campo, y no hay mejor manera de hacerlo que trabajando la importancia que tiene la producción de alimentos desde los centros escolares.
Para poner en valor esta profesión, el huerto en los centros educativos es una herramienta clave. Además, se trata de un recurso que ayuda a trabajar la importancia de una alimentación saludable y sostenible. El equipo del Centro de Estudios Rurales y de Agricultura Internacional (CERAI) es consciente de la problemática y por ello, trabaja en la formación del profesorado de los centros educativos, enseñando cómo hacer un uso adecuado del huerto como una herramienta pedagógica y mostrando todas sus posibilidades en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Desde el proyecto ‘Una Llavor a l’escola’ y el proyecto ‘Semillas para el cambio’, ambos ejecutados por la organización, acaban de finalizar un curso junto al CEFIRE de Castellón en el que han participado cincuenta profesionales de la educación de diversas especialidades. El objetivo del curso ha sido mostrar la importancia de trabajar la alimentación saludable y sostenible utilizando el huerto como herramienta, y ayudando de este modo a poner de nuevo en valor el trabajo de los agricultores y las agricultoras. El curso ha sido financiado por la Vicepresidencia y Conselleria de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda, Caixa Popular y la Coordinadora Valenciana de ONG para el Desarrollo.
A través de este curso, el profesorado ha disfrutado de un taller de extracción de semillas realizado por Marta Pedro, del proyecto Hortus minimus. En este se pusieron en práctica distintas técnicas de extracción de semillas, además de poner en valor el cultivo y la conservación de variedades tradicionales.