CERAI

2025: un año para celebrar las cooperativas porque construyen un mundo mejor para las personas

En su resolución A/RES/78/289 la Asamblea General de la ONU declaró 2025 como el Año Internacional de las Cooperativas. Este año llega el momento de celebrar, visibilizar y reconocer las cooperativas como herramientas de cambio para construir un mundo mejor para las personas y los territorios. En la actualidad, más del 12% de la población es cooperativista de las tres millones de cooperativas que existen en el mundo, según la Alianza Cooperativa Internacional.

Los primeros registros existentes de una cooperativa provienen de Fenwick (Escocia). En marzo de 1761, en una casa de campo, varios tejedores ocultaron un saco de avena y empezaron a vender su contenido a un precio reducido. Este fue el inicio de la Fenwick Weavers’ Society (Sociedad de Tejedores de Fenwick). En 1844, un grupo de 28 artesanos que trabajaban en las fábricas de algodón de la localidad de Rochdale, en el norte de Inglaterra, establecieron la primera empresa cooperativa moderna, la Sociedad Equitativa de los Pioneros de Rochdale, también conocida como los Pioneros de Rochdale. Se considera que estos fueron los precursores de las sociedades cooperativas modernas y los fundadores del movimiento cooperativo.

Muy pronto, el movimiento se extendió por el mundo entero, y, por ejemplo a España llegó en torno al 1860. Nacen cooperativas textiles en Mataró en 1864, o La Proletaria, de los sederos de València, en 1856.

Por la misma época, en el campo también comienzan a nacer las cooperativas de agricultores, las vitivinícolas, y las de pescadores. Las primeras aparecieron en la década de 1890, al amparo de la Ley de Asociaciones de 1887, y sólo alcanzaron en Cataluña una implantación de cierta importancia. Pero se difundieron a gran velocidad por casi toda la España de la pequeña propiedad y la pequeña explotación de la tierra tras la promulgación en 1906 de la Ley de Sindicatos Agrícolas, según recoge CIRIEC- España.

Los valores de las cooperativas son la autoayuda, la responsabilidad individual, la toma de decisiones participativa, la igualdad, la equidad, la solidaridad y la responsabilidad social. Algunos principios del cooperativismo son la adhesión voluntaria y abierta; la gestión democrática por parte de los socios; la participación económica de los socios; autonomía e independencia; educación, formación e información; la cooperación entre cooperativas; y el interés por la comunidad. Guiándose por estos valores y principios, las cooperativas pueden contribuir al desarrollo sostenible en todas sus dimensiones.

A través de la evolución de las cooperativas, contemplamos cómo construyen un futuro mejor y más sostenible para las personas, y cómo a día de hoy siguen haciéndolo. En el informe de 2023 del Secretario General de la ONU sobre las cooperativas en el desarrollo social, se reconoce que, históricamente, las cooperativas siempre han fomentado el desarrollo económico y social de las personas, incluidos los grupos marginados. Las cooperativas demuestran constantemente su resiliencia en tiempos de crisis sociales y económicas. Las Naciones Unidas reconocen que el movimiento cooperativo es un socio fundamental para lograr la aceleración del desarrollo sostenible e invita a sus estados miembro a apoyar y fortalecer los ecosistemas empresariales cooperativos, ya que esto puede mejorar su capacidad para crear un impacto medioambiental, económico y social en la sociedad.

En CERAI, el cooperativismo y el fomento de la economía social y solidaria ligado al medio rural y del sector agro(mar)alimentario, ha sido un eje de trabajo y de colaboración desde sus orígenes. En ese sentido, la organización fomenta el cooperativismo desde el enfoque de la economía solidaria, siendo un enfoque de la actividad económica y social que tiene en cuenta a las personas, el medio ambiente y el desarrollo sostenible y sustentable, como referencia prioritaria, por encima de otros intereses.

Desde esta perspectiva, la organización es promotora y socia de cooperativas y organizaciones de la economía social y solidaria, y ha desarrollado programas y proyectos de promoción del cooperativismo y de la economía social y solidaria.. En el estado español la entidad es socia de cooperativas de iniciativas turísticas (El Magranar, Mar de Fulles), de cooperativas bancarias (Fiare Banca Ética, Caixa Popular, Bantierra), de energía (Som energía), de trabajo asociado (Alternativas Económicas, Festival Esperanzah!). Y además, ha apoyado al desarrollo de organizaciones agroalimentarias de productores/as de l’Horta de València como Horta cuina.

CERAI: cooperativismo a nivel internacional
En Cuba, las cooperativas son el principal motor económico, también de la soberanía y de la seguridad alimentaria. Y desde 1994 CERAI ha estado apoyando a las cooperativas agrarias tanto en el refuerzo de medios e instalaciones, en el refuerzo de capacidades organizativas, y en la ampliación de servicios cooperativos y de planificación estratégica.
En Marruecos, desde 1994 la organización ha apoyado cooperativas de pequeños productores de sectores como: la miel, la sal, la almendra, los olivos, los frutales y hortícolas para afrontar retos comunes, para la mejora de la producción, la postcosecha y la comercialización y el refuerzo del tejido social organizado.
En Bolivia, desde 1999, CERAI apoya al refuerzo de las capacidades productivas, de autogestión, representatividad y liderazgo equitativo y de incidencia política a través de Organizaciones Económicas Campesinas, Indígenas y Originarias (OECAS) para promover la soberanía alimentaria y la democracia.
En Albania, la entidad ha liderado el desarrollo de la Ley de cooperativismo agrario y la estrategia nacional de promoción del cooperativismo agrario y ha apoyado el desarrollo de organizaciones de productoras y productores en las Regiones de Luhshjë, Shkodra y Malesi e Madhë.
En Mauritania, desde 2009, la entidad apoya la organización de productoras y productoras agropastorales entorno a Grupos de Interés Económico (GIE) para defender sus derechos, el acceso al mercado, el acceso a los insumos (compost, semillas locales adaptados, etc), infraestructuras y equipamiento (camiones para la venta, motocultores, motobombas, etc.), acceso a formación e información…
En El Salvador, desde 2009, CERAI apoya la gestión y la organización de cooperativas con enfoque de equidad de género y de economía social y solidaria.
En Cabo Verde, desde 2010, la entidad apoya la organización de productores para el abastecimiento de los comedores de colegios de las Islas de Sao Vicente, Santo Antao, Fogo y Santiago.
En Brasil, la organización ha continuado con el proceso de apoyo al cooperativismo, la economía social y solidaria y las finanzas éticas, iniciado en 2006 por CONOSUD (asociación que se integró a CERAI en 2014) colaborando con UNISOL BRASIL- Central de Cooperativas e Emprendimentos Solidários do Brasil, la Justa Trama (cadena de producción de algodón agroecológico que es la más grande del segmento de la confección textil de la economía solidaria en Brasil) y la Justa Troca-Banco comunitario de desarrollo.

CERAI también ha colaborado activamente en el desarrollo del cooperativismo y ha favorecido su apoyo a las cooperativas en Filipinas, Jordania, Palestina, Líbano, Bosnia y Herzegovina, Túnez, Argelia, República Dominicana, México, Nicaragua, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú, y Paraguay.

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