En CERAI somos parte de las 138 organizaciones europeas —31 españolas— que hemos firmado una carta abierta dirigida a varias instituciones para proteger el derecho de agricultores y agricultoras a cosechar, usar, intercambiar y vender sus propias semillas y otros Materiales de Reproducción Vegetal (MRV).
Esta acción se enmarca en la campaña contra la Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales (UPOV) y pone de manifiesto la necesidad de políticas que respalden la soberanía alimentaria, fomenten la biodiversidad agrícola y protejan el conocimiento campesino frente a normativas restrictivas.
La carta la hemos enviado al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, Luis Planas; a la Representación Permanente de España en la Unión Europea; y a los comisarios europeos de Agricultura y Salud.
Llamamiento a cambios urgentes e importantes en la propuesta de reglamento de la UE sobre la comercialización y producción de material de reproducción vegetal
El 9 y 10 de diciembre de 2024, se discutirá la nueva propuesta de Reglamento de la UE sobre la Comercialización y Producción de Material de Reproducción Vegetal (MRV) en el Consejo de Agricultura y Pesca en Bruselas.
Las 139 organizaciones firmantes, representamos a actores de toda Europa involucrados en la preservación, desarrollo, producción y uso de la diversidad de nuestras plantas cultivadas, especialmente cereales, hortalizas y frutas. Nuestro trabajo garantiza que agricultores y agricultoras aficionados y profesionales continúen teniendo acceso a MRV de especies y variedades no ofrecidas por la industria semillera global, incluyendo variedades tradicionales y locales, variedades adaptadas para su cultivo sin pesticidas ni fertilizantes sintéticos y en áreas agrícolas marginales, así como variedades y materiales heterogéneos que pueden evolucionar en las fincas y adaptarse continuamente a las condiciones locales gracias a su amplia diversidad genética intravarietal.
La diversidad de especies y variedades de cultivos, así como los enfoques de conservación y producción de MRV diversificados, descentralizados y basados en la comunidad; son indispensables para los sistemas alimentarios sostenibles y resilientes a las crisis. La importancia de nuestro trabajo está reconocida en el Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura y en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Campesinos y Otras Personas que Trabajan en las Zonas Rurales.
Las normas actuales sobre la producción y comercialización de MRV promueven semillas y otros MRV desarrollados para la agricultura industrial, que pueden venderse junto con pesticidas y fertilizantes sintéticos dañinos, y cultivarse en monocultivos. La agroindustria está presionando para que las normas lleguen aún más lejos, y prohíban la diversidad haciendo que tanto las semillas como nuestros sistemas alimentarios sean aún más uniformes y, por lo tanto, vulnerables. Lo que necesitamos es exactamente lo contrario. Necesitamos legislación que garantice nuestro derecho a una alimentación saludable, diversa y sabrosa, a través de la promoción de la diversidad en los campos y huertos, el apoyo a las variedades locales y el respeto a los derechos de los agricultores y agricultoras.
Nos preocupa que el nuevo Reglamento de la UE sobre MRV propuesto por la Comisión Europea en julio de 2023 amenace la conservación y circulación de la diversidad de nuestras plantas cultivadas, ignorando el derecho de los agricultores y agricultoras a cosechar, usar, intercambiar y vender sus propias semillas, como establece el derecho internacional. Esto es inaceptable.
Junto con más de 130,000 ciudadanos y ciudadanas que han firmado la petición “¡Levantemos nuestros tenedores!», le instamos a rehacer la propuesta. Por favor, asegúrese de que el futuro reglamento permita la circulación de semillas diversas, potencie la biodiversidad, respete los derechos de los agricultores y agricultoras y siente las bases de un sistema alimentario sostenible, resiliente y diverso.
La prioridad máxima es la conservación y el uso sostenible de la diversidad de cultivos adaptados localmente.
Según la ONU, ya hemos perdido el 75 % de la diversidad de cultivos en la agricultura. Lo que queda es nuestra garantía de supervivencia. Necesitaremos salvaguardar y utilizar la diversidad restante para adaptar nuestra producción alimentaria a condiciones climáticas más extremas y a nuevas plagas y enfermedades.
El derecho humano de los agricultores y agricultoras aficionados y profesionales a cosechar, usar, intercambiar y vender sus propias semillas y otros MRV debe implementarse plenamente.
Este derecho está consagrado en el Artículo 19 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Campesinos y Otras Personas que Trabajan en las Zonas Rurales, así como en el Artículo 9 del Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura, y es vinculante para la Unión Europea y sus Estados miembros.
Se debe facilitar la comercialización de variedades diversas y localmente adaptadas por parte de productores y productoras locales de semillas.
Las normas diseñadas para regular la producción de semillas industrial no deben ser usadas para restringir la venta de variedades y especies locales diversas por parte de productores y productoras artesanales. A la luz de las crisis climática y de biodiversidad, necesitamos diversificar la producción de semillas y no aumentar más nuestra dependencia de las semillas industriales. ¡Se deben resistir las presiones de la agroindustria que buscan destruir todas las alternativas!
Las nuevas variedades aprobadas no deben depender de pesticidas o fertilizantes sintéticos.
Para permitir métodos de manejo que protejan nuestro medio ambiente y clima, necesitamos semillas que prosperen en condiciones de cultivo ecológicas y/o de bajos insumos.
Le pedimos que no sucumba a la presión de la agroindustria y que proteja y promueva la diversidad de nuestras plantas cultivadas, así como el derecho de los agricultores y agricultoras a cosechar, usar, intercambiar y vender su propio MRV.
Con el objetivo de trasladarle de primera mano nuestra preocupación sobre el futuro reglamento, así como proponerle vías para la integración de la biodiversidad cultivada en él, le solicitamos una reunión.
Atentamente,
Las Organizaciones Firmantes