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Las alternativas a la crisis del arroz en Mauritania y Senegal

¿Sabes que el 60% del arroz que se consume en Mauritania y Senegal es importado, sobre todo de India? Esto tiene un alto coste: empobrece la alimentación de la población de ambos países, aumenta enfermedades como la diabetes o la hipertensión y desplaza los cultivos tradicionales. Las malas cosechas, el cambio climático y la inflación han disparado los precios. Además, el modelo actual de producción es poco rentable y muy dependiente de insumos externos: semillas híbridas, fertilizantes y pesticidas químicos. Pero, incluso en este escenario, hay alternativas.

El monocultivo de arroz en el Valle del río Senegal ha transformado el paisaje, la dieta y la economía de Senegal y Mauritania. En el marco de la campaña ‘El alimento que nos une’, CERAI impulsó recientemente una investigación sobre el tema.

La producción y el consumo del arroz en África Occidental son un legado del colonialismo que refleja la dependencia de importaciones. La crisis actual subraya la necesidad de sistemas agroalimentarios sostenibles que prioricen la producción local y favorezcan un desarrollo justo y resiliente en África Occidental.

Algunas de las alternativas para hacer frente esta situación son:

  • Promover el uso de variedades locales: de arroz africano, de otros cereales y leguminosas. Y también apostar por recuperar saberes tradicionales culinarios y de cultivo.
  • Producir y consumir arroz con sistemas más sostenibles como el Sistema de Rizicultura Intensiva (SRI) o técnicas más amigables con el suelo y al agua.
  • Y defender la autonomía campesina, la tierra, el agua y la biodiversidad.

Este estudio ha sido posible gracias al Centro de Estudios Rurales y de Agricultura Internacional (CERAI), AMAD y Enda Pronat. Y la campaña ‘El alimento que nos une’ es posible gracias a la financiación de la Generalitat Valenciana.

Aquí o allá, consumir local contribuye a componer un sistema alimentario justo y sostenible.

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